El impulso de los movimientos internacionales que insisten en que otro mundo es possible sólo se ampliara si éstos consiguen arraigarse en la acción local con el fin de crear una mayor justicia democratica y económica en la vida cotidiana.
Hilary Wainwright emprende la búsqueda para descubrir las nuevas formas de democracia que están inventando los ciudadanos. Porto alegre, Manchester este, la periferica ciudad de luton y Newcastle son alcunas de las experiencias en las que los ciudadanos intentan asumir el control de los recursos públicos y forjar una nueva economía local.
Wainwright concluye con una serie de propuestas para transformar la resistencia en instituciones duraderas de democracia participative, un autéentico contrapoder frente a las elites impresariales y militares.