A mediados de los años ochenta se dio una confluencia en las calles de los centros históricos entre bohemios, chavales de los barrios y jóvenes politizados. Les unía además del espacio de encuentro y diversión, la voluntad de trascender el muermo cotidiano que resumía el proyecto democrático, a través de una práctica heterodoxa. Estas aspiraciones no encontraban su lugar en los terrenos de la política tradicional, y tuvieron que construir sus propios espacios de reivindicación. Su enfrentamiento con el modo de vida normativo se reñía con el estilo de vida pacato (carente de aquel horizonte utópico “tropical”, que encontraba irrenunciable el goce del presente) y que caracterizaba tanto al modelo sistémico, como al que se erigía como alternativa política al mismo. Esta construcción de los propios espacios de creación y protesta, se concretó en vehicular, mediante iniciativas de autoorganización, las necesidades expresivas (grupos musicales locales pero inmediatamente radios libres, fanzines,…), o relacionales (calles emblemáticas de los cascos viejos, pero también gaztetxes, casas okupadas…). Y a aquella suma se agregaron la presencia de luchas radicales protagonizadas en campos tradicionales (plantillas de empresas en reestructuración, disturbios ante las entregas de refugiados, enfrentamientos estudiantiles,…), o de conflictos empujados por los movimientos populares (cierre de la central de Lemoiz, enfrentamientos del movimiento de reeuskadunización, campañas contra las agresiones sexistas…), junto a las nuevas iniciativas sectoriales, entre las que destacan las renovadas estrategias antimilitaristas. Mediante la exposición del desarrollo histórico y de las aspiraciones de las variadas propuestas de creación y reivindicación que eclosionaron en la segunda mitad de la década de los ochenta en Euskal Herriak, “Tropicales y Radicales” nos propone trasladarnos a los antecedentes históricos y militantes que determinaron su aparición, pero también exponer las lógicas internas y el devenir de cada una de aquellas expresiones de rebeldía juvenil. El volumen se ameniza y complementa con documentos escritos y gráficos de la época, haciendo especial hincapié en las luchas y experiencias que tomaban como referente la plena autonomía en su funcionamiento y la radicalidad en sus fines. Desde Likiniano queremos contribuir así a reivindicar el impacto social de los conflictos y experiencias de aquellos años, y a través de la explicación de su rica complejidad, resaltar la fuerza creativa y reivindicativa de su heterodoxia. Lejos queda pues la idealización nostálgica o la frivolización recuperadora en este libro que tiene como principal pretensión la exposición y valoración histórica de unos conflictos que enriquecieron desde entonces los usos de la protesta en Euskal Herriak.