Las diferentes etapas del diálogo en busca de la paz entre palestinos e israelíes que, desde los años setenta, jalonan el calendario parecían haber culminado exitosamente con los acuerdos de Oslo, cuyo proceso de negociaciones había servido también para poner en marcha un amplio e influyente movimiento pacifista en Israel. Con el fracaso de las negociaciones de Camp David y el inicio de la segunda Intifada, o intifada de Al-Aksa, este movimiento entró en una grave crisis. Han quedado, eso sí, numerosas iniciativas pacifistas y por la convivencia palestino-israelí, y un significativo movimiento de rechazo al servicio militar o a servir en los territorios ocupados. Las reflexiones y testimonios que aquí recogemos -voces israelíes y palestinas discrepantes, pero unánimes en su deseo de una paz justa- han de servir para entender lo complejo que resulta construir una alternativa que se salga de la lógica militar (y estatal) en un conflicto tan enquistado, tan marcado por una violencia casi ancestral y tan dependiente de coordenadas de la política internacional que se escapan a su influencia.