Este libro es la historia de un movimiento que es importante no solamente para Argentina sino para el mundo entero, un movimiento que quiere cambiar el mundo sin tomar el poder. Es la historia de cómo cambió la lucha durante los noventa, a partir de una serie de movimientos que mostraron su fuerza en la gran explosión del 19 y 20 de diciembre de 2001. Desde 1989 las viejas formas de lucha habían perdido su relevancia; la única opción fue encontrar nuevas formas para llevar adelante un cambio social, que no puede esperar al futuro, como estos movimientos dejaron en claro. La lucha contra el capital es al mismo tiempo la construcción de un mundo alternativo, no hay términos medios (construcción del partido, conquista del poder) entre los dos procesos. En este proceso, el desarrollo de redes alternativas de producción y consumo asentadas en un concepto diferente de trabajo es de crucial importancia. Este es un rasgo central de la lucha de los piqueteros (John Holloway). El estallido social de finales de 2001 mostró otra realidad sustentada en nuevos valores y prácticas que tratan de romper con la escisión entre lucha y vida cotidiana, que aportan una nueva visión del cambio social. La inestabilidad, la flexibilidad, la informalidad, el “desorden” creativo, la multiplicidad, la autonomía, la horizontalidad, el apoyo mutuo, la recuperación de los lazos sociales, la economía solidaria, el desarrollo comunitario, la territorialidad o la visión no instrumental de las relaciones humanas son algunas de las características de estos movimientos sociales, cuyo valor es fundamentalmente cualitativo. Un magma que no quiere ser representado ni conducido y que muestra la potencialidad de lo vivo, que es a la vez permanencia y cambio, vecino de la incertidumbre y que pretende decirnos en última instancia que lo importante es vivir como soñamos.